POR: DIEGO U. CHULLUNCUY SOTO
ESPECIALISTA EN DESARROLLO TURÍSTICO Y SOCIAL
En esta Copa América 2019, la selección ha logrado llegar a
la fase final después de 44 años, este suceso me ha permitido ser testigo por
primera vez del poder que tiene el deporte, y cómo a través de este se puede
penetrar en todos los estratos sociales despertando emociones y sentimientos.
Evidentemente el deporte, en este caso el futbol, puede
influir en las actitudes y comportamientos de las personas, tomando como
ejemplo los valores que se transmite en el juego: esfuerzo, superación,
perseverancia, igualdad, respeto, solidaridad y compañerismo, éxito personal y
colectivo, entre otros.
Hoy nos une el deporte y despierta en nosotros el
sentimiento de PATRIA Y NACIÓN anhelando que el Perú se corone campeón de
América después de casi medio siglo.
Sin embargo, espero que esta fiebre futbolera también sirva
para reflexionar que debemos ser ciudadanos más comprometidos en el desarrollo
de nuestros pueblos para hacer valer nuestros derechos sin dejar de cumplir
nuestros deberes. Hoy más que nunca recordemos que tenemos más partidos
pendientes de ganar, en las canchas de salud, educación, transporte,
saneamiento, vivienda, cultura, turismo, justicia, trabajo, seguridad. . .